La creación del
pionono como lo conocemos hoy día se debe en parte al celo con el que los
habitantes del pequeño pueblo de Santa Fe en España conservaron la receta como
parte de su herencia árabe por encima de cambios religiosos y políticos que
sobrevenían en la región de Granada.
La producción
del pionono está ligada a Santa Fe desde el principio y eran varios
los obradores que elaboraban el postre, y cada uno intentaba variar y mejorar
la receta original dándole personalidad propia al producto sin perder su sabor
tradicional.
Preparación de la masa de pionono:
Batir las claras
a punto de nieve, agregar poco a poco el azúcar y las sal (si quiere dar un
sabor especial, puede agregar espacias, ajo o cebolla deshidratada, queso
parmesano).
Seguir batiendo
agregando las yemas una por una. Y agregar poco a poco la harina que
previamente habrá sido cernida con el polvo de hornear. Por ultimo, agregar la
manteca derretida, pero no caliente.
Engrasar y
enharinar un molde rectangular extendido de 30 x 40 centímetros y bordes bajos.
Hornear a 175ºC
durante 20 o 25 minutos, cuidando que las horillas no se doren, es decir que
apenas tomen un color crema.
Si va a armar un
arrollado, debe hacerlo antes de que se enfrié, colocándolo sobre una manta húmeda
o papel encerado, y gurdarlo como ya enroyado hasta que lo use.
Cuando vaya a preparar el pionono cuide de extender rápidamente el relleno (pued ser dulce o salado a su gusto) y procediendo a enrollarlo
rápidamente. Si el relleno es de los que se afloja o derrite por el calor, no olvide entonces de enrollar el biscocho caliente con papel encerado, de tal manera que se
pueda extender ya frío y proceder a enrollarlo nuevamente con más facilidad.
Si lo va usar
como capas en "tortas" hornee los que sean necesarios, deje enfriar, extienda
el relleno sobre uno y luego cúbralo con el otro para ir formando capas. Deje
enfriar y decórelos a gusto.
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