El agua. Bendita sea. Sin ella no podríamos vivir. Ni por
dentro ni por fuera. Sus beneficios son tantos nos centraremos en los que
obtiene al cuerpo a la hora de hacer ejercicio. ¿Por qué? Para
empezar dentro de ella podemos ejercer fuerza en cualquier dirección, lo
que permite realizar los ejercicios de forma más completa.
Si ya te aburriste de asistir al gimnasio, una opción para que no abandones tu rutina física es hacer ejercicios en el agua, esta actividad también brinda beneficios a la salud pero de una manera diferente.
Los movimientos y ejercicios que se efectúan dentro del agua son un trabajo aeróbico que regula y equilibra el ritmo cardíaco y mejora el sistema cardiovascular, indica Dolores Méndez, fisioterapeuta y directora del Dynamic SpaBeach Center de Tossa de Mar, Gerona, quien explica que una hora de entrenamiento en el agua es menos agresiva que una carrera, porque “no se trata de un deporte ni de un ejercicio de impacto”, esto se debe a que el 90% del peso corporal puede flotar cuando estamos con el agua hasta el cuello, disminuyendo así el impacto en las articulaciones.
Además una hora de entrenamiento en el agua es menos agresiva que
una de carrera, porque no se trata de un deporte ni de un ejercicio de impacto.
Lógico. Según nos dicen el 90% del peso corporal puede flotar cuanto tenemos el
agua hasta el cuello, y es esta flotabilidad la que hace que disminuya el impacto
en las articulaciones.
Por tanto el agua proporciona una protección natural tanto a la
musculatura como a las articulaciones, razón de más para aprovechar el verano y
ponerse en forma en el mar o en la piscina. Pero antes de zambullirse tome
nota, con la ayuda de Dolores Méndez, de los mejores ejercicios para ponerse en
forma. Zona a zona.
Imprescindible calentar: Antes de sumergirse en el agua es importante calentar. Camine un
mínimo de 5 minutos para preparar el cuerpo y la musculatura y que se adapten
al entorno. Si el agua está muy fría, no se recomienda para quienes sufren del
corazón. En este caso deberán calentar mucho la musculatura antes de sumergirse
para evitar el impacto del contraste de temperatura. Lo ideal sería hacerlo en
las piscinas termales, para ponerse en forma en el agua con plena seguridad.
De cintura para abajo: Saltar dentro del agua flexionando las rodillas de forma
alternativa con las dos piernas endurece la musculatura de las piernas, muslos
y glúteos. Conviene empezar con 30 saltos el primer día e ir aumentando. Para
trabajar los abdominales, deje el cuerpo flotando dentro del agua y meta el
estómago para poner el cuerpo en forma de V doblando por las caderas, de manera
que todo el cuerpo se mantenga sumergido y tan solo sobresalgan a la superficie
la cabeza y los pies. Este ejercicio es de resistencia y fortalece los
abdominales. Debe hasta contar 60 segundos el primer día y luego aumentar.
Brazos y pectorales firmes: Con las piernas separadas para sumergir mejor el cuerpo y los
brazos bajo el agua, abrir las manos dejándolas planas y poner los brazos en
cruz. Después se ponen hacia atrás por debajo del agua y se juntar las manos
delante sin doblar los codos. Se debe empezar con serie de 30 repeticiones.
Conseguir tríceps como una
piedra: Es tan fácil como salir de la piscina sin
usar la escalera, apoyando las manos sobre el borde de la piscina y levantando
a pulso el cuerpo. El tríceps se tonifica muy fácilmente, así que será
suficiente con salir de la piscina a pulso tres o cuatro veces al día.
Un consejo: si existen algias o dolores musculares, la fisioterapeuta Dolores
Méndez recomienda no forzar ningún tipo de ejercicio, ni en el agua. Antes se
debe eliminar el dolor que lo provoca con masajes terapéuticos, deportivos o
con una reeducación postural.
Test de los 12: Sirve para conocer su forma y tener una estimación de su capacidad
aeróbica, dicho de otra forma, del consumo de oxígeno. Lo puede hacer
cualquiera y lo ideal es repetirlo a medida que la forma física mejora para valorar
el avance. Nadar lo que se pueda, reposando si es necesario, sin forzar y sin
llegar al límite de la extenuación, durante 12 minutos, en el estilo de
natación que prefiera, indica Jesús Santiago, monitor deportivo de el Curhotel
Hipócrates de Sant Feliu de. Lo mejor es hacerlo en una piscina de dimensiones
conocidas y que otro cronometre el tiempo y los largos de piscina. Si con menos
de 40 años sólo consigue nadar de 250 a 300 metros, el cuerpo está en baja
forma, ya que se consideran de 300 a 400 metros para una forma óptima. Con más
de 40 años, 130 metros indican baja forma y 300 buena forma física».
Además al hacer los ejercicios se puede ejercer fuerza en cualquier
dirección, lo que permite hacer la rutina de forma más completa.
Los ejercicios que se hacen dentro del agua implican un trabajo
aeróbico que ayuda a regular y equilibrar el ritmo cardíaco y mejora el sistema
cardiovascular, señala la especialista.
Fuente: http://www.abc.es/salud/noticias/juegos-agua-12839.html
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