Violencia familiar y la mujer maltratada

Un completo informe para que te enteres lo que sucede en nuestra sociedad mendocina, sepas qué hacer y a dónde acudir
Según Estadísticas de la Comisión de Derechos Humanos, siete de cada diez mujeres, son víctimas de violencia por parte de su pareja. Organismos internacionales han denunciado que este es el crimen oculto más extendido de la humanidad.
La violencia contra las mujeres, se produce en todos los estratos sociales, grupos culturales, edades y niveles de preparación académica e instrucción. Sus efectos van más allá de las víctimas: Se ven afectados los hijos, amistades y familia; repercute grandemente en el desempeño laboral y en los sistemas de salud, educación y justicia. De ahí que la violencia contra la mujer, no es ya un asunto privado, sino social.
Esta Declaración se encarga de definir la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción arbitraria de la libertad, tanto si se  produce en la vida pública como en la privada”.
Se trata de uno de los delitos más impunes e invisibles que ocurren en el ámbito de la sociedad.
La Organización Mundial de la Salud afirma que la cantidad de muertes ocurridas en ocasión o con motivo de la violencia familiar, implican un mínimo porcentaje de los casos ocurridos, pero que denota la gran ocurrencia de éstos hechos en al ámbito de las familias en todos los países del mundo.
Los maltratos que siguen a las situaciones de violencia familiar no siempre implican daño físico, sino y lo más grave es que ocurren de manera silenciosa entre agresor y víctima.
Las mujeres que sufren violencia presentan una serie de síntomas (dolores de cabeza permanentemente, cuadros de ansiedad, insomnio,  dolores  de espalda o articulaciones) con mayor frecuencia que el resto de la población femenina.
Cuando hacemos referencia al término violencia nos referimos no sólo al uso intencional de la fuerza y del poder, sino que dicho concepto, en función de la definición anterior abarca cualquier acto de naturaleza violenta resultado de una relación de dominación, sumisión, que incluye las amenazas, la intimidación y la carencia de atención y cuidados adecuados cuando se trata de parejas. Incluyen también todo tipo de maltrato psicológico, abuso personal y explotación sexual.
También quedan comprendidos en el concepto de violencia familiar y violencia de género, aquella violencia que, a la inversa, ocurre desde la mujer hacia su pareja.
La violencia unida al concepto de “género” se basa en la diferencia subjetiva entre los sexos.
Los diferentes tipos de violencia (física, sexual, emocional y verbal) generalmente se presenta en forma de una espiral que va creciendo sistemáticamente en la pareja.
El denominado ciclo de la violencia familiar va creciendo poco a poco y en un momento dado hace explosión, para pasar luego a una etapa de relajación que los estudiosos denominan “luna de miel”, donde el agresor, ya arrepentido de sus actos” promete no actuar más de manera impulsiva.
Este ciclo hace que muchas veces la persona agredida guarde para sí la esperanza del cambio en la actitud de su pareja y es por ello que la mayoría de las mujeres tardan mucho tiempo (incluso años) en decidir tomar una actitud de defensa frente a las agresiones que sufre.
De esta forma la relación de abuso pasa a ser crónica, permanente y periódica, refiriéndonos así a las distintas formas de relación abusiva que caracterizan este tipo de vínculo familiar.
Por lo general, esta situación hace que, salvo los casos en que haya malos tratos con evidentes consecuencias físicas, la mayoría de las veces es muy difícil que se haga visible para los demás, manteniendo la pareja una vida oculta de dolor.
Las fases son tres: Una fase de acumulación de tensión, donde el agresor actúa de manera normal, pero en su interior siente impulsos que  lo invitan a actuar de manera abusiva pero se contiene en base a promesas realizadas.
A esto sigue la fase dos en donde el sujeto abusador estalla en un episodio agudo de violencia manifestando la misma de manera que descarga toda aquella tensión acumulada en su pareja.    Le sigue por último la fase tres denominada “luna de Miel” donde el abusador realiza falsas promesas de cambio.
Distintos tipos de maltrato familiar
La violencia familiar no siempre se presenta hacia la mujer. Existen también antecedentes de maltrato en la pareja donde la víctima es el hombre, y aunque son los casos menos conocidos, no dejan de responder más o menos al mismo modelo antes planteado de las tres etapas.
Cualquiera sea el afectado en la violencia conyugal, es difícil que se haga visible hacia los demás, sobre todo cuando la víctima es el hombre.
Muchas veces estos casos no son  conocidos  por  miedo  de las actitudes de los amigos, profesionales, familiares, y el riesgo de que tengan una actitud crítica con la víctima.
También hay violencia familiar cuando existe Maltrato Infantil, que es cualquier acción u omisión, no accidental que provoque un daño físico o psicológico a un niño por parte de sus padres o cuidadores.
Ocurre muchas veces frente a toda la sociedad, pero salvo algunas organizaciones que trabajan específicamente en ello y en algunos países a través del propio estado, mu-chas sociedades aceptan este tipo de maltrato.
A diferencia de los casos anteriores, no siempre implica violencia física o psíquica en forma directa, sino que el abandono material y el trabajo Infantil encuadran en esta categoría.
También debemos considerar maltrato familiar al maltrato que reciben los ancianos, que se define como cualquier acto que, por acción u omisión, provoque un daño físico o psicológico a un anciano por parte de la familia. Esto incluye agresión verbal, física, descuido de su alimentación, abuso financiero, amenazas, por parte de los hijos o de otros miembros de la familia.   

Los tipos de violencias…
Los diferentes atropellos contra una mujer, pueden manifestarse de diversas maneras:
  • Física,
  • Psicológica,
  • Económica o Patrimonial
  • Y Sexual.
(Mismas que generalmente se combinan entre sí)
Violencia física:
Son las acciones violentas que perjudican la integridad corporal; van desde sujeción (control), lesiones con puño, mano o pie, lesiones en el cuerpo, golpes con objetos, hasta uso de arma punzocortantes o de fuego. Las consecuencias pueden ser: lesiones leves que dejan marcas en el cuerpo, y lesiones graves que ponen en peligro la vida, producen incapacidad y muerte.

No tienes que soportarlo, ¡DENUNCIA!

El abuso psicológico / emocional
Son diversas acciones encaminadas a dañar la estabilidad emocional o alterar la escala de valores de quien recibe el maltrato. Se manifiesta en negligencia, abandono, descuido reiterado, insultos, humillaciones, devaluación, marginación, desamor, indiferencia, infidelidad, comparaciones destructivas y rechazo.
Provoca depresiones que hasta pueden terminar en suicidio.
Violencia económica y patrimonial
Significa apropiarse o destruir el patrimonio de la pareja; puede manifestarse en restringir o controlar los ingresos de la familia, apoderarse de los bienes muebles o inmuebles propiedad de ambos, así como utilizar, menoscabar, destruir o desaparecer los objetos personales del otro.   
Violencia Sexual
Se refiere a las acciones encaminadas a obligar a las mujeres a tener relaciones sexuales en forma involuntaria, por medio de la intimidación, chantaje, fuerza y/o amenaza implícita o explícita si se rehúsa. En este tipo de violencia se incluye el hostigamiento sexual, la incitación a la prostitución, el abuso sexual y la violación.
Di no al maltrato. ¡DENUNCIA!
El maltrato suele comenzar de forma casi inocente, como con un simple grito que sentimos que teníamos merecido porque actuamos mal… Una vez dentro, las mujeres permanecemos en relaciones de maltrato por amor y conceder segundas oportunidades. Es hora de decir no.
Falsas Creencias sobre la violencia hacia las mujeres en el hogar

Me golpea, pero dice que me quiere...
Sólo los hombres adictos al alcohol, drogas o con estrés en su trabajo, son violentos con su pareja.
La violencia dentro de la casa es un asunto de familia y no debe salir, no difundirse afuera.
La violencia sólo existe en familias con pocos recursos económicos o con muchos “problemas”.
Siempre se exagera la realidad cuando se habla de violencia contra las mujeres.
Si no se van (las mujeres) es porque les gusta que les peguen.
Cuando las mujeres dicen “NO”, quieren decir que “SI”.
En el caso de que tengan hijos o hijas, es mejor que se aguanten.
Amigas queridas, ayudemos y enseñemos a nuestras semejantes a fomentar la “cultura de denuncia”, no nos quedemos calladas, porque la violencia crece con nuestro silencio.
Todas las mujeres queremos gritar  “¡No a la violencia de género!” y “¡Basta ya de abusos y maltrato contra la mujer!”… pero eso no es suficiente.
Todos los años, a lo largo de cientos de ciudades en todo el mundo, salen miles de personas a gritar contra el maltrato de género, el abuso y violencia contra la mujer. El grito ”¡No a la violencia contra la mujer!” está socialmente de moda. Todos, incluso algunos hombres que maltratan a sus mujeres, participan en las manifestaciones que el 25 de noviembre de cada año se celebran en honor al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer.
Desde los inicios hemos querido ir más allá de simplemente declararnos en contra de la violencia de género a hacer algo más: Educar y concienciar.
Todas aprovecharemos cada oportunidad para expresarnos en contra del maltrato a la mujer, pero en especial, queremos hacer comprender a las propias mujeres y a la sociedad en general cual es el problema: En qué consiste la violencia de género, qué formas tiene, cómo se esconde, porqué cuesta tanto verlo, porqué las mujeres maltratadas son tan poco creíbles, cómo evitar ser maltratada, cómo darte cuenta de que lo que vives no es normal y es maltrato, cómo salir de estas relaciones abusivas, qué hacer si lo sufres o lo descubres en una amiga o familiar, y mucho más…
La clave es concienciarnos
La clave eres tú. No basta con declararse en contra de la violencia de género, debes actuar
Infórmate, y ayuda a otras mujeres y hombres a comprender el problema. Invita a tus amigas a esta página, el maltrato a veces está tan escondido y tan bien disimulado que tal vez sin darte cuenta estés salvando a tu mejor amiga
No seas víctima de tu propio silencio, ¡DENUNCIA!
Los ejemplos buenos o malos que se viven en nuestra infancia siempre son de mucha utilidad, por un lado si son malos, para no imitarlos, para no hacer de nuestros hijos aquella niña triste y cabizbaja que fuimos nosotras, y si son buenos, para seguirlos al pie de la letra y hacer de nuestros hijos la misma niña feliz y llena de ilusiones que una vez fuimos.
Muchas de nosotras hemos crecido bajo la sombra de una madre que fue abusada, maltratada, anulada… Pero, ¿acaso nosotras tenemos que vivir el mismo patrón?, ¿acaso no podemos utilizar la lógica y el sentido común?, ¿no deberíamos mantener presente lo que sufrimos y lo que se siente vivir en un hogar hostil para no condenar a nuestros hijos a lo mismo? Incluso nosotras mismas que una vez lo experimentamos en carne propia, sabemos lo que es vivir el abuso y el maltrato, ¿por qué nos quedamos en una relación abusiva?
¿No deberíamos ser las primeras en romper el círculo?
Se dice que las mujeres que crecieron viendo abuso, maltrato en todas sus dimensiones, abandono, infidelidades, aprendieron de la madre que se debe perdonar y obedecer al hombre, porque “esa es tu cruz y debes llevarla hasta el final”, ¿al final de qué? ¿De tu vida? ¿O será el final de nuestras obligaciones para con nosotras mismas?
Un caso típico
“Un día me cruce con él, la persona que pasó a ser lo más importante para mí, nos hicimos novios, todo fue muy rápido, estábamos enamorados, la vida nos parecía un eterna primavera, nos reíamos, éramos una pareja muy feliz, la envidia de todos.”
“Pasado un año me pidió vivir con él y acepté, total… yo ya tenía todo en la vida, lo de él pasaría a formar parte del patrimonio de la familia que íbamos a formar. Y así fue, se vino a mi casa, dejó la suya y estábamos muy unidos en alma y sentimientos, no había razón para no querer tener hijos, lo comenté en mi trabajo y no había problemas, quedé embarazada de mi hijo, y yo pasaba largas horas ilusionada preparando la llegada de mi hijo tan querido y deseado por mí.”
“Fue ese el momento en que todo cambió, ya se acabaron las risas, las largas charlas, cenar sola, ya no llegaba hasta altas horas de la noche, no llamaba, y cuando yo lo hacia era sólo peleas,  que yo controlaba todo, al final para hacerlo breve me quedé callada y no hablé más, tuve a mi hijo y nada cambió en su comportamiento.”
“Volví a mi trabajo, contraté a una chica para que me ayudase, mi vida cambió completamente… ya no era la chica alegre que todo lo veía bien, me convertí en una mujer callada y seria, mi familia se daba cuenta, mas yo siempre les ocultaba lo que pasaba en mi vida privada.”
“Dejé de lado a todas mis amigas, porque si quería salir a tomar algo, había pelea con toda seguridad. Ya me era imposible salir, me cuestionaba la ropa que me ponía si salía, quería saberlo todo, con quién estaría, cuánto tiempo me llevaría, cómo llegaría de vuelta, con quién me encontraría…”
No lo incentives con tu silencio, ¡DENUNCIA!
El Poder Judicial de Mendoza creó la Oficina de Asistencia Jurídica de Violencia contra la Mujer
Líneas telefónicas de consulta
La nueva dependencia desarrolla sus actividades en la ciudad de Mendoza y atiende al público, de lunes a viernes de 8 a 13 hs, en la calle Patricias Mendocinas y Virgen del Carmen de Cuyo, PB, Ala Sur.  Cuenta con una línea telefónica de consultas con atención durante las 24 horas (0261- 449 5749/3236) y una línea gratuita (0800 666 5878).
El servicio está coordinado y articulado con dependencias y organismos judiciales, gubernamentales y de la sociedad civil a través de una Red de Enlace Intra y Extra Institucional (RENINI). La integración a una red le permite realizar traslados de personas en casos de gravedad a los distintos actores para otorgar una respuesta rápida, eficaz e integral a cada caso particular.
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Según el diario MDZol, “Crece la Violencia de Género en Mendoza
Las estadísticas de la Oficina de la Mujer de la Suprema Corte así lo indican. "El Poder Judicial es un sistema violento", admitió Stella Spezia. Los casos de violencia de género en la provincia van en franco aumento: Ver nota completa






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