Como dato de color les puedo contar, que se cree que el nombre de
este fruto, se debe al color de los trajes que utilizaban los mandarines,
gobernantes de la antigua China. Y en algunos países latinoamericanos
también se le llama naranja china.
Ahora sí, a ponernos a trabajar…
- Ingredientes (rinde 12 porciones)
6 yemas
3 tazas de azúcar
1 ½ taza de aceite
2 mandarinas grandes sin semilla y con cáscara
4 ½ tazas de harina leudante
6 claras
Manteca cant. nec.
Azúcar impalpable cant. nec.
- Preparación
Colocar en la licuadora las yemas, el azúcar, el aceite y las mandarinas con
sus cáscaras. Procesar, retirar y verter en un bol. Incorporar la harina poco a
poco, mezclando con una cuchara de madera hasta integrarla.
Batir las claras a punto nieve y agregarlas en dos veces a
la preparación anterior, mezclando suavemente y con movimientos envolventes.
Volcar la preparación en un molde tipo savarín de 24 cm. de diámetro
previamente enmantecado y enharinado.
Llevar a horno precalentado a temperatura moderada por
aproximadamente 40 minutos o hasta que, al introducir u palillo en la miga de
la torta, éste salga sin adherencias.
Retirar, dejar entibiar, desmoldar y espolvorear con azúcar impalpable.
Retirar, dejar entibiar, desmoldar y espolvorear con azúcar impalpable.
Esta receta es ideal para acompañar el té o café de la tarde
bien fresquita durante el verano.
¡Una delicia!
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