Cuando se habla de violencia doméstica algunas personas pueden
pensar en golpes o acciones violentas de un esposo contra la esposa o
viceversa. Sin embargo, la violencia física, los golpes y las heridas son sólo
una parte de lo que es verdaderamente la violencia doméstica.
La violencia doméstica se puede definir como todo tipo de acción, actitud, uso de la fuerza física o de palabras para controlar a una persona, dentro de una relación afectiva. Hay violencia cuando se ataca la integridad emocional o espiritual de una persona. Ésta puede darse entre esposos, parejas de novios, de padres a hijos y de hijos a padres y puede se de tipo físico, emocional y sexual, aunque existe también la denominada violencia económica por dominio de los recursos económicos de la pareja.
Violencia física: es toda agresión física que una
persona hace a otra. Por ejemplo: puñetazos, patadas, heridas, pellizcos,
jalones de pelo, mordiscos, cachetadas, etc.
Violencia emocional: es toda acción, actitud o palabra que denigre,
rebaje o lastime las emociones o autoestima de una persona. A diferencia de la
violencia física que generalmente involucra una descarga agresiva sobre la
víctima, la violencia emocional no necesariamente requiere de acciones
violentas. Una persona puede rebajar y hacer sentir mal a otra con
palabras, acciones y actitudes suaves, de doble sentido, sarcásticas y
que hasta suenen cariñosas.
Abuso verbal: ridiculización, desprecios e insultos como
estrategia consciente o inconsciente para rebajar la autoestima de la víctima.
Aislamiento: negarle la palabra a una persona, ignorarla;
no tomarle en cuenta para nada.
Intimidación y amenazas: amenazas de muerte si habla, de
quitarle a los niños, de pegarle, etc.
Echarle la culpa a la víctima: el abusador le echa la
culpa a su víctima de su mal carácter, de sus arranques violentos, de sus
problemas, de sus desilusiones, de sus fracasos y de los golpes y abusos que
recibe.
Abuso económico: en muchos casos la víctima no trabaja y cuando
lo hace, debe darle su cheque al abusador, quien es el que controla todo
lo relacionado con el dinero en el hogar. Él (o ella) toma todas las
decisiones sin darle cuentas a su cónyuge de lo que hace con el dinero.
Utilización de los hijos: utilizar a los hijos para hacer que
la otra persona se sienta culpable. Convencer a los hijos de que su
cónyuge está mal, poniéndoles en contra de ella. Le hace sentir culpable y
responsable de la crianza y educación de los hijos. Si los hijos se portan
mal es siempre culpa de su pareja, por ejemplo.
Violencia sexual: siempre que uno de los cónyuges, sin
consentimiento del otro, demanda y obliga a su pareja a tener
relaciones sexuales, está ejerciendo violencia en contra de su pareja. Se
incluye aquí todo tipo de prácticas sexuales que uno de los dos puede imponer
al otro por la fuerza, por ejemplo: la imposición del uso de anticonceptivos,
abortos, menosprecio sexual etc.
La agresión doméstica viola la dignidad de la persona:“La
dignidad de una mujer es destruida de una manera particularmente cruel y atroz
cuando se le trata violentamente” Y aunque las estadísticas dicen que un 85% a
un 90% de la violencia física se da de hombres hacia mujeres, hay también un
porcentaje que se da de mujeres hacia hombres.
Si deseas saber más de este tema vé nuestro informe aquí.