Nunca cambies

La verdadera felicidad en la vida, no es aquella que la mayoría acostumbra interpretar como tal; el de dinero; renombre o poder. Tampoco es sentarse a meditar y vivir en supuesta armonía con el universo auto convenciéndonos por repetición permanente de que “todo está bien” y similares; sino el de tener una satisfacción constante consigo mismo por estar haciendo bien aquello que se debe hacer y es razón por la cual hemos nacido en cuerpo físico. 
La vida no es una “casualidad”. Existimos desde antes de ser engendrados y continuaremos existiendo después que la carne se halla deshecho y no queden ni los huesos. 
Porque nacemos con un propósito: El de mejorarnos a nosotros mismos haciendo cosas, interactuando en la materia que es el más denso de los planos de formas de vida (como si estuvieras a más de 10.000 metros de profundidad en el océano). Y es a consecuencia de la densidad de la materia que nos “pesa” el movimiento desde lo espiritual y percibir las cosas inherentes al mismo. 
Es por todas estas razones que debes ser firme en tu determinación y tener bien arraigados tus principios personales: Sé tú mismo y cuando encuentres tu manera de ser, esa forma de ver la vida que te haga realmente feliz no cambies. “No cambies” a pesar de las dificultades. No cambies a pesar de los cambios del entorno. Sé tu mismo aunque te veas forzado a adaptarte, aunque debas amoldarte a otras circunstancias u otras personas.

Conserva intacta tus raíces y tus principios, y así: Serás tú mismo, auténtico y feliz.


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