Sin lugar a dudas a todos nos pasan cosas que parecen horribles,
dolorosas y hasta injustas, pero es aquí cuando en realidad debemos comprender
que si no superamos estas situaciones nunca habremos alcanzado nuestro
potencial, nunca sabremos si en realidad teníamos fuerza para superar cada
prueba, nunca sabremos de lo que somos capaces.
Definitivamente sin estas pruebas la vida sería como una carretera
plana y segura, sin esos “baches” no podríamos entender que somos capaces de
sobreponernos ante las adversidades.
Necesitamos descubrir nuestra fuerza interior. Cuando hemos logrado
algo muy importante para nosotros o hemos alcanzado esa meta tan grande que nos
trazamos, es normal y habitual mostrar orgullo. Pero debemos mostrar orgullo
por el esfuerzo, por el tiempo y dedicación que le hemos puesto a aquello tan
importante para nosotros.
Debemos sentirnos orgullosos de decir “lo logré”, “me sobrepuse a
muchas adversidades”, un orgullo con humildad, orgullo por no abandonar
nuestros sueños, nuestras metas, nuestros esfuerzos, porque eso es lo que
marcará la diferencia, la fortaleza que hayas puesto en el camino recorrido.
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