Con la llegada del
verano, los zapatos de salón y los cerrados se sustituyen inmediatamente por
bonitas sandalias recién compradas. No pasan de moda, se llevan todos los
veranos... Sin embargo,¡hay que saber cómo llevarlas y con qué combinarlas!
Aquí tienes algunos trucos.
Sandalias planas
Suelen llevarse, sobre todo, con faldas, mini shorts o vestidos cortos y ligeros. Por norma general, y debido a su estilo desenfadado, son más apropiadas para el día. De ahí que se combinen con accesorios llamativos y a la moda: collares lagos y bonitos, pulseras de colores o anillos enormes. Si tus sandalias son más de vestir y ya están decoradas con lentejuelas o perlas, haz que luzcan aún más combinándolas con un vestido en tonos beige, marrón grisáceo de satén o con un pañuelo de algodón.
Sandalias de tacón alto
Combinan a la perfección con pantalones rectos, sobre todo si el tacón es fino. Sin embargo, si es más alto y cuadrado, irás estupenda con un pantalón largo o de talle alto, estilo hippy.
Para lo noche: ¿Quieres ir chic y glamurosa? Elige un vestido recto y entallado, tipo femme fatale, añádele un pequeño bolso colgado e irradiarás seducción.
Combinan a la perfección con pantalones rectos, sobre todo si el tacón es fino. Sin embargo, si es más alto y cuadrado, irás estupenda con un pantalón largo o de talle alto, estilo hippy.
Para lo noche: ¿Quieres ir chic y glamurosa? Elige un vestido recto y entallado, tipo femme fatale, añádele un pequeño bolso colgado e irradiarás seducción.
Para quemar la
pista de baile: Opta por un vestido de muñequita acampanado. Te sentirás
cómoda y podrás moverte sin problemas luciendo tus sandalias de tacón invertido.
Vigila con la longitud de tus piernas, no te pongas tacones demasiado altos
(más de 9 cm) con una minifalda si no quieres traspasar el límite de lo chic y
sexy.
Colores y formas
Si tus sandalias son doradas o negras, las podrás combinar con casi todo. Si prefieres los colores llamativos como el azul eléctrico, el verde manzana o el rojo intenso, póntelas con conjuntos de un tono similar al de las sandalias o no las combines con más de un color. Por ejemplo, las azules quedan estupendas con unos tejanos rectos y una camiseta blanca o tono pastel. Si las tuyas van atadas al tobillo (¡muy sexy!), póntelas con una falda corta, pues sería una pena esconderlas debajo del pantalón.
Si tus sandalias son doradas o negras, las podrás combinar con casi todo. Si prefieres los colores llamativos como el azul eléctrico, el verde manzana o el rojo intenso, póntelas con conjuntos de un tono similar al de las sandalias o no las combines con más de un color. Por ejemplo, las azules quedan estupendas con unos tejanos rectos y una camiseta blanca o tono pastel. Si las tuyas van atadas al tobillo (¡muy sexy!), póntelas con una falda corta, pues sería una pena esconderlas debajo del pantalón.
Versátiles y confortables, las
sandalias de esta primavera-verano se renuevan en materiales y formas.
Aprende a llevarlas, combinarlas y cuidarlas. Zapatos de tacón alto, calzados
con plataformas, sandalias bajas tipo gladiador… Encuentra las tuyas y arma tus
mejores looks para esta estación. Aquí, algunas máximas para aplicar.
Cuida tus pies. Recuerda:
ya no estamos en invierno, de modo si usas un calzado abierto, todos podrán ver
tus pies. Por eso, si vas a lucir sandalias, es importante que tengas las uñas
prolijas, no necesariamente con barniz, pero sí cortadas y aseadas.
Vigila la temperatura. Si
hace demasiado frío o está nublado, seguramente las sandalias no serán la mejor
opción. No solo porque puedes pescar un resfrío, sino porque además darás la
impresión de no saber combinarlas como corresponde.
El talle correcto. Son
muchas las mujeres que eligen un talle más para sus sandalias tipo flip
flops, y terminan arrastrando los pies al caminar. Algo muy poco elegante. Por
el contrario, si te quedan ajustados, al finalizar el día querrás botarlas a la
basura.
La forma para ti. Si
tus pies son delgados y largos, no elijas sandalias en punta, porque harán que
parezcan infinitos. Si son pequeños y más bien anchos, procura que sean
descubiertos a los lados y evita las tiras, para dar una imagen más estilizada.
El material. Si
tienes tendencia a transpirar, evita los materiales como la goma, el plástico o
el cuero artificial. En cambio, opta por otros absorbentes o por calzados con
revestimiento interior de algodón o lino. Y utiliza productos
antitranspirantes.
Estampas estridentes. No
está mal que quieras innovar. Con sandalias de motivos florales o dibujos
geométricos, sin duda lograrás causar impacto. Ten en cuenta que no podrás
usarlas todos los días, y que debes combinarlas con prendas neutras.
Tacones de material. Algunas
sandalias vienen con tacones en yute, o bien con cuero con motivos
metalizados, por citar dos ejemplos. En estos casos, es importante que las
faldas, vestidos o pantalones no lleguen al piso, para poder apreciar el
efecto.
Las flip flops. Al
comienzo estaban hechas solo de goma, vinilo u otros materiales amigos del
agua. Hoy ya vienen en imitación cuero, con apliques y brillos. Sin embargo,
siguen siendo informales, así que úsalas para el fin de semana pero no para ir
a la oficina.
Con plataforma. La plataforma es
siempre sugestiva y, cuando son demasiado elevadas, suelen ser un tanto
inadecuadas para usar durante el día. Si también tienen los dedeos de los pies
al aire, es mejor que las dejes solo para las fiestas.
Taco chino. Es un
invento que muchas mujeres adoran, porque les da altura pero no dejan de ser
confortables. Eso sí: este modelo no es el indicado para fiestas, porque el
tacón adquiere un volumen demasiado grande para ser delicado.
Tobillera: ¿sí o no? Las
sandalias con tobillera son estéticas, clásicas y eternas. Sin embargo, solo
son indicadas para mujeres con tobillos delgados. No solo porque lleva la
mirada hacia ese sector, sino porque además pueden apretar hasta hacerte doler.
Flecos. Se impusieron
hace unos años, y todavía siguen presentes. Eso sí: si no quieres terminar
luciendo como Pocahontas, evita usarlas con faldas demasiado bohemias
o pantalones bordados. Mejor, llévalas con chupines o shorts de denim.
Tipo gladiador. Las
sandalias gladiadoras tienen un público fiel, gracias a su infinito confort.
Para esta temporada, se renuevan con delantera cerrada y forma en punta.
Elígelas para acompañar faldas largas y vaporosas, o para denims al cuerpo.
Sandalias bajas. Es
un mito que las sandalias bajas solo puedan vestirse con faldas. Anímate a
llevarlas con pantalones, y verás qué efecto causas. Eso sí: elige modelos al
cuerpo tipo chupín, para que puedan lucir mejor su forma y color.
Fin de semana. Para
un paseo primaveral, las sandalias bajas son un aliado infalible. Acompáñalas
con un par de shorts de denim y camiseta, o con un vestido floral de algodón.
Las carteritas bandoleras son el mejor complemento para la ocasión.
Salida con amigas. En
cueros metalizados o charol, las sandalias bajas pueden ser una alternativa.
Eso sí: procura combinarlas con accesorios brillantes, como anillos o collares
largos. Y, si las sandalias ya tienen brillos, lúcelas con faldas cortas.
Aptos para bodas. El
calzado para bodas es uno de los ítems obligados para cada temporada. Este año,
los cueros metalizados o con brillo se suman a plataformas más anchas y hasta
con tacones chinos, aunque los venerados aguja siguen siendo furor.
¡Anímate a combinar! Unas
sandalias de taco alto pueden combinarse con pantalones capri, y unas
gladiadoras con un vestido de noche, todo depende de cómo juegues con los
accesorios, el maquillaje y el peinado. Déjate inspirar por la primavera.
La mejor cartera. Si
optas por unas flip flops o gladiadoras, una cartera extra
grande será tu mejor aliada para un look urbano. En cambio, una fiesta que
requiera unas sandalias con plataforma de cuero brillante, irán mejor clutch en
negro o desnudo.
Amígate con el zapatero. Toda
sandalia requieren un mantenimiento, no solo por una estética sino también para
la salud de tus pies y postura. Repara tacones y revestimientos interiores, y
refuerza las costuras en cada cambio de estación.
No improvises reparaciones. En una situación de emergencia, puedes usar pegamento o cinta
caseros, estos parches no reemplazan el trabajo de un profesional. Al final,
terminarás pagando un arreglo más costoso o te darás un golpe embarazoso.
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